Ubicación del hotel ideal, en el barrio VOMERO, muy lindo y seguro, colmado de bares, restaurantes y negocios de todo tipo. A metros del funicular que te deja en el barrio español o bien en el centro histórico en 10 minutos. Personal muy amable, habitaciones muy cómodas. Desayuno muy bueno y completo. La única “crítica” es que le falta un poco de iluminación a las habitaciones, las luces son más decorativas que funcionales. Sin duda lo volvería a elegir.