A pesar de tener tantos años de haber abierto , el hotel es impecable , está impecable y es precioso , huele delicioso y lo mejor es el servicio que tienen , son los mejores. Ubicado en una excelente zona y todos sus restaurantes son buenísimos. Habitaciones enormes con baños preciosos y como llegamos y faltaba una habitación , nos ofrecieron una suite gigante sin costo alguno , café Cauzette buenísimo para cenar y desayunar , Mandarín Grill es delicioso con atención perfecta y se notan las estrellas MICHELIN. El buffet de la mañana buenísimo. Todo vale la pena. La próxima vez en la ciudad. Nos hospedaremos otra vez