Lindo hotel con excelente playa, súper buen servicio del personal en especial Max del restaurante, la habitaciones dobles con balcón no son muy lindas y para llegar a la alberca o restaurante tienes que bajar por recepción, no recomendaría esas habitaciones, sin embargo las de terraza y bungalow son muy cómodas, bonitas, muy limpias y sales directamente centro del hotel, la comida de muy buenas porciones y excelente sabor y calidad. Súper bien las clases de Surf.
Un punto a considerar en caso de alergias es que viven ahí 3 gatos que están por todo el hotel, sobre todo en la recepción y en el restaurante al estar comiendo, se suben a las sillas y saben convivir con la gente, son parte del hotel, al igual que la fauna que cuidan de ella,. Un hotel tranquilo y familiar, excelente opción en Tamarindo.