Se trata de un pequeño y bonito hotel al norte del Nido, en primera linea de costa.
La ubicación está un poco alejada de las calles principales, aunque eso permite que tenga unas vistas preciosas en primera línea del mar. Además, el hotel ofrece un servicio de triciclos gratuitos que te acercan al pueblo en menos de 5 minutos. A pie el recorrido se hace en 10-15 minutos.
El personal del hotel es francamente agradable, atento y educado.
Las habitaciones son un poco pequeñas: nosotros teníamos un bungalow deluxe, con vistas al mar, y el sitio era agradable, aunque como he dicho, un poco ajustados de espacio para dos personas con maletas grandes. La cama muy cómoda; también contaba con aire acondicionado potente y ventilador, aunque para que funcionase era necesario dejar una llave especial dentro de un interruptor, y el problema es que esa llave iba unida, e inseparable, a la llave de la habitación, de tal manera que no puedes cerrar la habitación por fuera y dejar el aire funcionando para que se refresque la habitación en tu ausencia, aunque como era potente y la habitación pequeña, se lograba rápidamente una temperatura agradable. El baño era cómodo y funcional. También contaba con una agradable terracita con dos sillas y vistas a la piscina y al mar.
Las instalaciones del hotel son agradables y funcionales: cuenta con dos piscinas, una de ellas en primera línea frente al mar, desde la que se pueden ver unos increíbles atardeceres.
El restaurante del hotel es agradable.