La limpieza, instalaciones y parte del personal excelente. Hablaban castellano en recepción, pero personal de restaurante más bien nada, y el ingles algunos. La baldosa de la piscina resbalaba, vimos dos caídas, nos comentaron que tomarían nota y nos agradecieron la sujerencia.
Lo peor fueron las cenas, no bufet, a elegir entre 2 entrantes, 2 primeros y 2 segundos. Poca variedad, todo muy repetido, algunos segundos fríos postre único. Platos muy escasos. Nos tardaban una media de 1 h y 30 min en darnos los tres platos de menú cerrado. Eso sí, te cambiaban 3 veces de cubiertos, pero eso no es lo más importante. Un poco de descontrol con las mesas. Para ser un 4* muy mal.
Y otra cosa fatal las habitaciones que dan para atrás con mucho ruido de ventiladores, motores o extractores. Imposible dormir si te molesta el ruido.
Alguna habit. Sin ningún tenderete ni posibilidad de colgar nada al aire libre.
El hall muy agradable y la piscina también.